El medio ambiente se ha convertido en uno de los puntos de responsabilidad social más cuidados por las empresas.
Y es que si no cuidamos de nuestro planeta, las consecuencias pueden ser devastadoras. Por eso es fundamental concienciarnos y concienciar a los que nos rodean de la importancia de los pequeños gestos, aquellos que aunque pequeños, tienen un gran impacto. Al alcance de nuestras manos está el aplicar y enseñar a las siguientes generaciones a reciclar, a utilizar menos papel, a llevar bolsas de tela al supermercado…, porque nuestro ejemplo es sin duda la mejor didáctica.